Seamos realistas … en la mayoría de los casos, de cualquier viaje del que estemos hablando, a menos que tengamos mucho tiempo para explorar y por tanto descubrir muy bien todas las facetas que puede presentar un país, los primeros 3/4 días son decisivos para hacernos una idea del contexto en el que hemos acabado. Desafortunadamente, muchas veces por falta de tiempo o falta de información sobre el potencial real del país, existe el riesgo de que este primer enfoque se convierta en decisivo y sea la causa de consideraciones parcialmente incorrectas.
Este riesgo se puede evitar dando rienda suelta a nuestra creatividad, desarrollando también itinerarios sencillos basados en el estudio de un país, indagando para poder tener al menos una idea básica de cuáles son los lugares clave, que realmente merecen ser descubiertos. al completo.
Y es gracias a mi pasión por desarrollar itinerarios de viaje que pude evitar perder demasiado tiempo en lugares que quizás no merecían demasiada atención y descubrir la verdadera realidad de cada país que he visitado.
Pensando en mi largo itinerario de norte a sur de Chile, me doy cuenta de que comencé mi itinerario desde la realidad más turística y fascinante de todo el país. Ya llevaba varios meses viajando, regresando de Perú y del este de Bolivia. Acababa de pasar por la zona desértica de Bolivia. El increíble Salar de Uyuni, el desierto de Siloli y la Reserva Nacional Eduardo Avaroa. El turquesa, el blanco puro y el azul de las lagunas y lagos salados a una altitud de más de 3500 metros, el rosa brillante de los Flamencos y el marrón anaranjado de las montañas que bordean la ruta habían literalmente coloreado mi alma. Después de pasar una noche en un albergue ecológico cerca de la frontera entre Bolivia y Chile, estaba convencido de que tomaría un descanso de este torbellino de coloridas emociones. Pero a mi llegada a San Pedro de Atacama, a mediados de diciembre de 2018, me dio cuenta de que esto no iba a suceder. San Pedro de Atacama, una pequeña realidad de pueblo inmerso en uno de los contextos paisajísticos más espectaculares de todo el país. Un paisaje salpicado de volcanes de más de 5500 metros de altura, una realidad que ofrece recorridos que permiten saborear diferentes contextos de indescriptible belleza. Las Lagunas Altiplanicas y la localidad de Piedra Roja cerca del Salar de Talar, el Gayser de el Tatio, el Valle de la Luna y muchas otras que incluyen innumerables caminatas para conquistar la cima de algunos volcanes que dominan la zona.
Tuve la suerte de poder tomar parte en la mayoría de los tours organizados, logrando tener una idea bastante precisa de lo que San Pedro de Atacama puede ofrecer y también proponiéndome como astrónomo aficionado organizando algunos tours astronómicos. Sí, los cielos estrellados de San Pedro son realmente increíbles. Así lo demuestra la abundante oferta de tours astronómicos que ofrecen las agencias de turismo locales.
Estuve en San Pedro por casi un mes.
¿Y después? Decidí continuar el viaje … hacia Antofagasta.
El Valle de la Luna, cerca de San Pedro de Atacama
El Valle de la Luna, a unos 15 km del centro de San Pedro de Atacama, ofrece emociones “lunares” en el verdadero sentido de la palabra. Un itinerario en bicicleta que no debe perderse en San Pedro. A decir verdad, incluso antes de llegar, era uno de los atractivos que me había propuesto visitar, en mi caso con otros tres chicos, una pareja de españoles y un argentino, amantes de la aventura. La posibilidad de poder adentrarse en el valle y llegar a los puntos más altos de la zona caminando, permite disfrutar de todo el entorno, admirando las fantásticas formaciones rocosas creadas por la continua erosión del viento y, originariamente, por la hidrográfica del cercano volcán Licancabur. Una actividad igualmente típica además del cicloturismo es el famoso sandboarding, que yo mismo probé por primera vez en Chile (aunque más al norte, cerca de Iquique).
Además del Valle de la Luna, uno de los itinerarios más sorprendentes de la zona es sin duda el de las Lagunas Altiplanicas. En mi opinión no hay otro tour en la zona de San Pedro que pueda ofrecer tantos colores y contrastes, sin duda uno de los tours organizados en los que pude lograr «mi tranquilidad absoluta» , entre lagunas y lagos salados con colores en perfecta armonía con los contrastes de las montañas de arriba, todo perfeccionado por el azul del cielo.
Laguna Miscanti
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